Todos podemos estar de acuerdo en que Estados Unidos no ha hecho mucho por Japón en los medios del anime y manga. Desde que sus películas no sean tomadas en cuenta para los Oscares, hasta agarrar cualquier franquicia creyendo que pueden hacer "algo" con ellas. Pueden no ser muchos ejemplos, pero si han tenido una enorme recepción negativa (por decir poco). Ahora no solo se meten de nuevo con el anime, sino también con una de las franquicias más populares. El detalle es que fue producido por Netflix, veamos si la adaptación de Death Note logra hacerle honor al material original.


Ficha técnica
Nombre: Death Note
Director: Adam Wingard
Guionista: Charles Parlapanides, Vlas Parlapanides y Jeremy Slater
Productor: Masi Oka, Roy Lee, Dan Lin y Jason Hoffs
Música: Atticus Ross y Leopold Ross
Productora: Vertigo Entertainment, Witten Pictures, Lin Pictures y Viz Productions
Distribuidor: Netflix y Warner Bros. Japan
Estreno: 25 de agosto del 2017


Aclaración: esta reseña dejará de lado el material original y cualquier otra versión, secuela, precuela y/o spin-off que haya salido de la franquicia, es decir, se criticará esta película como algo independiente de todo lo demás. Disfruten.


¿De qué trata Death Note?


Ligth Turner es un adolescente que tiene la creencia de que algunas personas estarían mejor muertas. Cierto día, ve que una libreta cae del cielo, en ella están escritas las palabras Death Note. Posteriormente, descubre que con ella puede matar a cualquier persona, solo necesita saber su nombre y rostro. Por tocarla un dios de la muerte llamado Ryuk lo acompaña y explica la situación. Esto lo llevará a cumplir su sueño de ayudar a la gente y castigar a los malos.

Un vil intento de historia y personajes


La historia es, de muchas formas, risible de muchas formas por su incompetencia. Desde el principio vemos que los acontecimientos se siente apresurados porque el guión lo requiere en lugar de ser consecuencia verdadera de las acciones de los personajes. Aparte, toda la trama es un somnífero constante porque no sientes que algo relevante ocurra y si sucede serán contados con los dedos de una mano. Al tener este tipo de planteamiento uno esperaría una narrativa de detectives donde uno este dos pasos delante del contrincante o, por lo menos, una carrera contra el reloj llena de tensión para salvar o matar personas... aquí no sucede ninguna de las dos. Toda la película estará contando cosas que no parecen ir al caso, es cierto que en un momento se nos muestra el proceso de L para atrapar a Kira, pero este pasa tan rápido que dudas de la veracidad de las conclusiones, de un momento a otro ya sabe donde se ubica y tiene una conjetura acertada de como mata. Aparte, muchas cosas de la trama se hubieran sentido mejor si las decisiones por las que tienen que pasar los personajes no fueran una completa tontería, te llevarás la mano a la cabeza muchas veces por como toman las cosas y hablan en lugar de actuar. Hablando sobre la trama no esperes una situación que te tenga al borde del asiento, sino una que te haga reír por sus momentos "serios" y chistes involuntarios llevando a una conclusión insatisfactoria.


El anterior problema está ligado al mayor inconveniente de la película: sus personajes. Light Turner (Nat Wolf) es un inútil que no puede pensar o hacer algo por si mismo, todo el tiempo es empujado por los demás para que se ponga manos a la obra, en lugar de ser él quien mueva la trama. Al ser el protagonista debe tener más relevancia que los demás y ser el causante de los problemas, no ser víctima de estos. Tiene una construcción regular, quiere matar a los malos porque su madre fue atropellada por un mafioso, pero esto rápidamente es dejado de lado, quitando su función de ser la razón de sus acciones. Su protagonismo se debilita todavía más cuando vemos que Mia Sutton (Margaret Qualley) es quien toma la batuta con respecto al ser Kira. Ella no solo es más estoica y calculadora que Light sino que lo manipula constantemente demostrando que hubiera sido mejor tenerla a ella. El detalle es que ella tiene un nula construcción y todas sus razones para matar se detienen en "porque si". Es un personaje ligeramente más interesante que no deja de ser insípido.

Luego tenemos a L (Lakeith Stanfield), quien será el antagonista, sin embargo, también sufre de no estar desarrollado evitando que se vuelva emocionante de seguir. Por otro lado, su actuación logra alcanzar grandes puntos en varios momentos al mostrar sus tics, no son espectaculares, pero se siente acorde con el personaje. Otro punto a resaltar es cuando nos muestran otra de sus facetas en el clímax y en la parte final de la película demostrando que puede volverse alguien más complejo. También tiene a su favor que en cierto punto él empieza a mover la trama, teniendo más relevancia que Light. Por último tenemos a Ryuk (Jason Liles y Willem Dafoe), quien se mostrará de forma manipuladora y siniestra. Tanto su apariencia, voz e imponencia al aparecer, lo vuelven alguien de temer, más que nada porque sabes que su tiempo en pantalla influirá en algo por no ser un adorno, siendo el mejor personaje de la película (lo cual no es algo positivo por si solo). La mayoría de los personajes son escuetos intentos de personas con los que al final no puedes simpatizar o sentir empatía por su nula construcción.

Este recurso de mantener a Ryuk en la oscuridad sin mostarlo completamente es bastante bueno y le da un toque siniestro.

No cuenta y muestra nada interesante


La historia falla masivamente en querer contar algo o plantear una idea. Durante toda la película aparecerán cuestionamientos sobre lo que está haciendo e incluso vemos a la gente adorando a Kira por sus acciones. El problema es que solo los menciona y no los desarrolla, incluso se conforma con mostrar las frases más comunes en este debate. Luego tenemos las partes de tensión las cuales son ridículas y no puedes tomarlas seriamente, muchas veces no se sentirán como tal porque el contexto no plantea algún tipo de estrés en cuanto a la situación que atraviesan los personajes. Curiosamente, la película se levanta en la parte final, la escena si plantea una persecución plausible y los personajes entran en acción tanto por sus motivos personales como por la situación, sin olvidar que Ligth finalmente se vuelve el titiritero que desde el principio te plantean. Si la película hubiera tenido esa calidad desde el principio la reseña tendría otro tono. Los últimos minutos son buenos, pero no la salvan por estar acarreando tantos problemas narrativas, junto a la simplicidad de su idea se convierte en un pobre intento de historia sin ambición.

Al ver la producción observamos un trabajo mediocre en este apartado. En primer lugar debemos mencionar que la música rara vez concordará con la situación, durante los momentos dramáticos pondrán canciones que no parecen encajar con el contexto de la película, no dudes que te extrañarán la mayoría del tiempo. Sin embargo, algunos momentos si son bien ambientados por la música, sobretodo en el final, pero son contados y olvidables. Al ver los efectos apreciamos que las partes gore están bien hechas, sin importar su enorme parentesco con Destino Final que le quita seriedad, no se ven falsas o excesivamente sobrepuestas. Lo que si causa conflicto es Ryuk porque tendrá escenas donde se verá horrible y en otras llegará a dar hasta miedo por lo bien hecho que está. Después pasamos a la dirección que en el mejor de los casos es cuestionable, no hay escenas que te llamen la atención quizá solo las tomas con el plano holandés que de vez en cuando será inmersivo. Incluso la edición no se salva, muchas transiciones se sienten raras porque irían más con una película donde la acción ocurra con mayor rapidez. Con la producción encontramos más detalles negativos que positivos, realmente no tiene algo que la haga sobresalir, puede tener unos dos encuadres que valgan la pena por la iluminación, junto con algunas tonadas del soundtrack, que la harían más rescatable porque sobresalen y te ponen en ambiente en las escenas, pero al final lo que triunfa es lo negativo.


¿Realmente hace falta decir más? 


En términos simples, si eres fan de Death Note vas a odiar esta película y si no te eres fan entonces es posible que también la odies o, por lo menos, no te gustará. Sin importar la forma en que la veas, seguirá siendo una pésima película. Sus personajes son un puñado de gente que la único que hace es mover a Light para que este al final se decida a hacer algo, la trama no sabe poner la ambientación adecuada a través del contexto para generar algún tipo de suspenso o tensión y la dirección es pobre en el mejor de los casos. La única razón para verla es para soltar carcajadas por cada tontería que muestran y al ver los problemas del guión poniéndose en práctica. Si no tienen ganas de verla, no se gasten, incluso el final es insatisfactorio porque parece que tendrá una continuación y si no soportaste verla entonces esa escena puede sacarte más bilis. Apta solo para los que se quieran reír o tener piedras en el estomago.